BUSQUEMOS LA ALEGRÍA EN EL 2012

  Esta vez empecé el año pensando en propósitos lo más realistas posibles. Cuando digo realista, me refiero a que ya sé que no voy a ser ninguna atleta, acepto que me gusta comer y ya entendí que no tengo la energía de los que duermen 4 horas y hacen cosas cada dos segundos. Así que aceptando lo que soy, intentaré superarme desde lo que pueda, con mi esfuerzo, desde ya. 

   Algo que quiero hacer es estimular el contacto cara a cara o por lo menos la comunicación telefónica real. Me refiero a que hace rato que no me dan ganas de hablar por teléfono y me refugio en los mensajes de texto que ofrecen los celulares. Son sinceros pero reconozco que impersonales. Todos los años envío saludos colectivos a mis contactos de hotmail y de facebook. Este fin de año no pude hacerlo. Me pareció que iba a escribir lo mismo que siempre.

   Pero encontré un mensaje que me encantó y que lo quiero compartir porque me siento absolutamente identificada. Sentí que alguien decía en voz alta lo que pienso. Lo dijo el chef italiano radicado en Buenos Aires Donato de Santis cuando le preguntaron qué mensaje proponía para empezar el año:

"Confiar en uno y en el otro. No me gusta hablar de esperanza, porque no hay que esperar ni tener envidia. Hay que creer en uno y gozar de los otros. Aprender que el éxito del otro también te beneficiará. Hay que buscar la alegría, y no el defecto y saber que al hacer algo bueno siempre te dará resultado mañana. Confiar en lo que nos rodea ofrece la enorme posibilidad de ser felices. Tenemos que dejar de creer que algún día todo se va a resolver mágicamente, porque es uno el que resuelve las cosas. Para ser feliz no hay que esperar ganarse la lotería o que te ofrezcan el trabajo de tu vida. Eso puede suceder, pero debería ser sólo un detalle de la vida. Hay que disfrutar de estar cansado o de estar alegre, porque siempre todo puede funcionar y mejorar." (Publicado en la Revista dominical del diario La Nación, del 31 de diciembre de 2011)

Les deseo el mejor año, donde abunden las alegrías y las buenas energías para hacerle frente a la vida.