Pilates. Y mi vida sedentaria.

Camas de Pilates. Sí, una sedentaria elige camas para hacer gimnasia, y qué??

Un año sin gimnasia y por lo que veo la actividad física no es mi amiga.

Me inscribí para empezar ayer Pilates y cuando llegué a las 9:00 AM estaba cerrado el lugar. Y el teléfono silenciado. Esperé 15 minutos. Dejé  mensaje con mi celular, también mensaje vía mail. Y ninguna respuesta. Ni ayer ni hoy viernes. Cobardes! Me estarán esquivando?

Eso que casi no voy porque amaneció con mucha lluvia. Pero mi conciencia recordó mis contracturas y dolores de espalda y fui arrastrando los pies.

Siempre escucho decir que no existen las casualidades sino las causalidades. ¿Será  mi vagancia absoluta hacia el gym lo que provocó el diluvio de la mañana y la gente del Instituto de Pilates no llegó a tiempo? Porque cuando me despertó la lluvia dije: obvio, hoy empiezo gimnasia, entonces llueve.

Hacía mucho que no llovía con semejante fuerza. Y eso que no estuve planchando ropa. Odio hacerlo, nunca lo hago y cuando no me queda otra que planchar,  estoy 4 horas seguidas. Entonces algo provoco. Las últimas veces diluvió con vientos huracanados, otras veces se cortó la luz. Casi me piden de rodillas en casa que no planche.

Pero esta vez juro que no provoqué nada. Sólo quería retomar mis clases de Pilates que disfruté hace un año atrás en el mismo lugar. Fui durante casi un año y me hizo muy bien. Además me divertía muchísimo. Porque todas sufríamos las clases por igual. Venía rengueando pero feliz.

Bien hechos los ejercicios tonifican los músculos y estiran la comuna

Es muy cuestionado hacer Pilates. Porque es preciso tener un muy buen instructor, sino es posible que uno se lastime. Eso me pasó cuando me cambiaron la profesora. Iba para sacarme los dolores de espalda, pero terminé con peores contracturas que tenía al empezar. Por eso luego de un año dejé.

Como es lo único que hice en mi vida que me duró más tiempo, decidí retomar. Y ya ven. El destino parece que me está esperando con otra gimnasia, supongo.
Hace poco me crucé con mi instructora de Yoga, con quien tomé clases varios meses el año pasado. Con ella también dejé, porque terminé con muchos dolores de cintura. Así que supuse que algo estaría haciendo mal yo. Pero quizás deba volver con ella, porque el relax que da el yoga es maravilloso.

Asana: El arado

 Aunque con la suerte que tengo probablemente vaya y seguro que ese día , nadie me atiende porque la instructora decidió meditar sola en su casa o quedó enroscada con alguna postura, (vive sola).

Mi cuñado es profesor de Gimnasia, Personal Training junto a su esposa y para ellos el Pilates no sirve. Siempre me dicen que me deje de jorobar y que me anote en un gimnasio. El año pasado empecé en un gimnasio cerca de casa. Hice un tiempo pero medio me engripé y dejé. Y hace un tiempo que vi el cartel de “VENDE” en el gimnasio. Les aseguro que yo no hice nada. Jajaj!!!

Jamás voy a poder hacer esto porque me estrello y me trago el piso.

Me encantaría saber quién puede hacer esto y para qué sirve.

Parece que hay gente que está destinada a ser sedentaria.
Y soy consciente que si bien todo el mundo debe hacer actividad física, después de los 40 mucho más. Porque los análisis de sangre empiezan a dar distinto, en mi caso, el colesterol  empezó a subir. Y eso que soy muy insoportable con la alimentación, y como casi cero grasas.

Tendré que cumplir con lo que me prometí : hacer cinta. Tengo una cinta profesional para correr en casa que es un maravilloso perchero. Prometo desempolvarla y hacer una media horita. Qué tal si voy ahora. Me convencí. Ahora voy. Si no vuelvo al blog... es que me tragó la cinta!