FENG SHUI. Para llevarlo a la práctica

   No sé cómo cayó a mis manos el libro "Los 168 trucos de Feng Shui para ordenar tu casa y mejorar tu vida" de Lillian Too. Creo que estaba curioseando la góndola de libros en el supermercado. Mi marido me dijo algo así como que "éste es para vos", porque hace rato que ando con la persecuta que tengo que re-organizar la decoración de mi casa. Porque siento que a todos nos haría muy bien.

   Como tengo alguna idea de qué se trata, lo ojeé y me encantó.
   Ya hacía mucho tiempo que al libro lo compré y aún no terminé de leerlo por completo porque lo saboreo y lo interpreto de a poquito.
  Sé poco sobre el Feng Shui, más que (definido en una frase simple) es una práctica china en la que se busca la armonía entre la persona y el ambiente que la rodea. Y he escuchado mucho sobre qué conviene y qué no tener en los hogares para sentirnos en paz y armonía. Explica este arte milenario chino, que la distribución de los objetos que nos rodean influyen negativa o positivamente en nosotros. Porque ayuda o no a la energía que fluye a nuestro alrededor.
   La verdad es que más allá de lo que aconseja el Feng Shui, que es mucho más complejo que una simple leída a mi libro, me encanta leer los trucos para aplicarlos porque tienen en su mayoría una cierta lógica.
   Habla de la limpieza de trastos, de sacarnos de encima los trastos inútiles, de regalar las cosas que no necesitamos o tirar las que nos hacen mal, del uso de colores también. Tiene mucho sentido porque es muy obvio que nos sentimos muchísimo mejor en un ambiente limpio, ventilado, con colores que nos hacen bien.

   Pero lo bueno de informarnos sobre esta práctica, es que en mi caso, me hace prestar más atención en la distribución de los objetos y no dejar al azar la decoración y las compras para mi casa, sobre todo buscar y descartar de una lo que nos hace mal y rodearnos de todo lo que nos da simplemente bienestar.
   Recomiendo leer sobre el Feng Shui, les va a resultar muy interesante como a mí.