Luego de muchísimos años y tras dedicarme a dar clases particulares a chicos de primaria y secundaria he vuelto a las escuelas.
Digo "las" porque en medio de un torbellino me encontré inmersa, desde casi el alba y bien pasada la tarde, en dos escuelas maravillosas. Porque no sólo estoy rodeada de sonrisas sino que me hacen sentir que nunca me alejé de ese mundo.
Qué se puede sentir cuando sólo se cosecha sonrisas desde caritas muy pequeñas y otras no tanto. El ego se quiere inflar, luego de estar tan vacío hace demasiado tiempo. Y el corazón está casi que explota de amor. Porque el amor espontáneo de los niños es eso, amor puro sin vueltas.
Tengo varias anécdotas para contar, muchas graciosas, dulces y alentadoras.
Mis primeros días en 2do grado fueron a puro nervio, con niñitos de 7 años demandándome y abrazándome sin respiro. Me volví algo loca, pero quien más me enloqueció con su conducta me regaló esta frase en goma eva al terminar mi primer día de trabajo. Y me conquistó absolutamente. Morí de amor.
Luego mi primer día en otro colegio fue como docente auxiliar, (para continuar luego allí mismo con una suplencia en 3er grado por una semana). Al casi terminar el día, se acercan una pequeña y un pequeño y me miran con caritas muy traviesas y a la vez muy vergonzosas y me dicen: "Para vos seño, lo hicimos los dos".
Lo primero que leí fue el "Biemvenida", tan dulce, con la falta de ortografía más tierna de sus 8 añitos. No sabían estos niños, o sí, que sus palabras fueron justo lo que necesitaba, luego de 18 años de ausencia en las aulas.
Otra experiencia fue como auxiliar en 4to grado. Cómo explicar lo que se siente cuando se entra a un aula con niños de 10 años, y previamente se nos aconseja mano firme, y varios ojos adultos nos acompañan con compasión hacia el aula, porque la verdad es que los 4tos no son nada tranquilos. Se siente nervios. ¿Cuánto podrán enfrentar a una docente auxiliar? ¿Hasta cuánto serán capaces de evitar el respeto? Sin embargo, no sé si fue el factor sorpresa, no sé si fue que nuestras miradas hicieron real contacto. Pero al primer recreo, recibo el regalo más precioso. Salen del aula y unos ojitos verdes bellísimos de un nene me miran y me dicen con vergüenza y algo de sorpresa:
"seño sos re-capa". Aún saboreo sus desinteresadas y espontáneas palabras.
Volví luego de un mes a la misma escuela donde recomencé mi labor docente, en el mismo grado. Y los pequeños me recibieron, los 20 juntos, con un: "ahora chicos" y vinieron a darme un abrazo fortísimo dentro del aula que me llenó el alma de tanta felicidad.
Ya previamente nos habíamos dado unos abrazos muy fuertes y sentidos con el personal docente y directivo de la institución. Abrazos que me llegaron el alma y fueron la bienvenida más preciada y emotiva.
Y como eso fuera poco, se ve que mis angelitos de la guarda me tenían preparado más frases de amor para mí. Ayer estuve un ratito con primer grado en la escuela de la tarde, y los chiquitos me regalaron un "seño, cómo me divertí con vos" y un "me gustaría tenerte en 2do el año próximo". Me preguntaba al volver a casa, si es que Dios me está enviando tanto amor porque sabe cuánto hoy lo necesito.
Me siento hoy la persona más rica del mundo. Quién puede conmigo. Si tengo a tantos seres que comparten sus corazones conmigo las horas del día, y cuando vuelvo a mi casa mis hijas me envuelven en su eterno y maravilloso amor diario, que me hacen olvidar las contracturas, la disfonía de mi garganta, el dolor de pies y hasta del pelo!!! jajjj Porque sí que soy consciente más que nunca de cada año que tengo!!!!jajjj
¿Cómo pude estar alejada tanto tiempo de los niños?
He vuelto a renacer. Gracias Dios por enviarme tanto amor. Soy feliz.
Sonreí todo el tiempo mientras leí esto.
ResponderEliminarYo tengo recuerdos maravillosos cuando enseñaba a leer y a escribir a niños con pocos recuerdos en una comunidad en Puebla. Tengo sus dibujos, y recuerdo perfectamente las alegrías que me dieron.