lunes, 13 de octubre de 2014

POR QUÉ AMO TANTO ESCRIBIR.



Desde chiquita acostumbrada a ir a todos lados con un cuaderno y un lápiz. Para dibujar o para escribir. En ese entonces escribía poesías. Lo hice hasta mi adolescencia. Hace poco encontré un cuadernito con mis creaciones, y fue motivo de mucha diversión para mis hijas. Por lo menos mi arte provocó un sentimiento: risas. Será por eso que desde hace tanto me dediqué a la prosa.
Lo que más les divirtió fue una frase copiada de un libro: "Mi vida es un cementerio de esperanzas muertas". Justo después que les hubiera comentado que sufrí mucho en mi adolescencia. Me creyeron al instante.

 Apenas comencé la secundaria inicié un diario íntimo que escribí durante los cinco años de escuela. Lo tengo escondido. Conté demasiado, creo. Y me da pena arrancar hojas. Siento algo de vergüenza de que mis hijas  lean algunas cosas y se enteren que su mami también pasó lo mismo que ellas o que no es precisamente un ejemplo.
No la pasé nada bien en mi adolescencia. Peleada con mi cuerpo, más crecía más tímida me hacía y me costaba socializar. Disimulaba como podía con mi sonrisa y alguna espontánea simpatía, pero la realidad es que siempre me costó horrores hacer amigos. Los anhelaba todo el tiempo pero aún no tengo bien resuelto el porqué siempre me costó tanto. De grande, se me ocurre que fue y es por egoísmo. Para la amistad hay que entregarse por completo y creo que nunca quise eso. Porque eso siempre lo sentí como una invasión. Y probablemente nunca quise abrirme.
Ahora no lo veo exactamente así pero reconozco que soy una ermitaña más que sociable. Ya no me molesta la gente y  disfruto las fiestas o reuniones con gente desconocida. Me fascina hablar y conocer gente distinta. No dejo de maravillarme con los distintos hábitos de la gente, y sus distintos modos de encarar y percibir la vida.
Sin embargo, me la paso evadiendo amistades. Es algo compulsivo. Como que le huyo al compromiso. Necesito de mis tiempos y de mi soledad a diario.
Soy de las que no sabe lo que es sentirse sola o aburrida porque mi cabeza me lleva todo el tiempo a infinitos lugares y situaciones. Y disfruto enormemente de mis silencios.
Si algunos ojos inquietos me tildan de aburrida probablemente se pierdan de mis inquietudes internas. Mucho más interesantes para mí que una charla insípida. Por eso es que disfruto tanto de mi soledad y mis pensamientos.

Pero si de algo disfruto es de escribir mis sentimientos. Cuando tecleo en esta mágica máquina de escribir moderna, el placer me recorre desde los pies hasta la punta de los dedos de mis manos. Siento la misma adrenalina de un escalador en el Himalaya, la misma adrenalina de un corredor de Fórmula Uno, y podría seguir enumerando. Esta es mi más preciada adrenalina. La que siento cuando puedo traducir en palabras esta mezcla de sentimientos e ideas que nacen y nacen y no paran de nacer. Frente a mi ordenador soy el ser más feliz del planeta. Mientras mi mente burbujea se detiene el mundo y por unos segundos lo tengo aquí, atrapado entre mis dedos y un mar de teclas musicales.

Lo que añoro es el papel estrujado luego de un intento fallido en mi vieja máquina de escribir Olivetti. Las nuevas generaciones se encuentran con esta maravilla que es corregir los errores ortográficos y de redacción. Yo misma amo y disfruto mi modernosa notebook, pero cómo sufro en los cortes de luz y cómo extraño y recuerdo allí a mi vieja compañera de ruta. Cuando no existía el liquid paper y usaba un papel con tiza para borrar los errores.
Qué placer me daba arrancar el papel, hacerlo un bollo con mi mano y hacer puntería al lanzarlo al cesto. Ahora mi maquinita moderna hace lo mismo con  la Papelera de Reciclaje. Pero saben qué? No es lo mismo.

El placer de escribir no ha mermado con los años. Todo lo contrario, crece cada día mi sed. Y mi ordenador me ayuda a saciarla cada día. Claro, siempre con la  firme compañía de un termo y un riquísimo mate amargo. Porque soy bien argentina.



1 comentario:

  1. Gracias a la escritura nos conocimos, y de eso siempre estaré agradecida.
    Yo he estado dedicando más tiempo a mi blog en inglés, y no sabes lo vez que me hace darme cuenta que a la gente le gusta lo es escribo, que no es malo.

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