Eso es lo que soy yo.
Hace poco enumeraba ensimismada los momentos claves de mi vida en los que he sido feliz y en los que he sido infeliz. Y luego de medir y sopesar mi historia personal, llegué a la dura pero firme conclusión de que soy una EXPERTA EN MALAS DECISIONES.
Podría nombrar algunas.
-Jamás tuve parejas fáciles en mi adolescencia ni en mi juventud. Excepto algunos, la mayoría me hicieron sufrir demasiado debido a la mala decisión de ponerles el ojo encima.
-Nunca supe con claridad qué quería ser de adulta, pasé por hacerme de la idea de distintas carreras, hasta que seguí periodismo, y nunca me hizo tan feliz esa elección.
-Trabajé como maestra y fui muy feliz, pero me casé y tuve que dejar mi trabajo porque me mudé de ciudad.
-Seguí la carrera de Contador Público-Administrador de Empresas, aprobé 12 materias pero dejé para poder criar bien a mis hijas.
-Contraté varios arquitectos y "constructores" para arreglar mi casa y jamás quedó bien ni está terminada.
-Compré muebles incómodos poco combinables que aún padezco.
-Envié a mis hijas a un costoso y exigente colegio bilingüe para que salieran desde pequeña hablando otra lengua que les abriera las puertas el día de mañana. Resulta que fueron demasiado infelices allí.
-Tuve un par de trabajos fuera de mi casa, pero huí con dolor porque no fui capaz de aclarar mis molestias.
-Y como si fuera poco!!!.... Cuando subo a un colectivo repleto, siempre que me corro de lugar se vacía el asiento donde yo estaba parada!!!
Siempre fui y aún soy la típica indecisa, que cuando se decide casi siempre elige la peor posibilidad.
Tendré que tragarme tanta soberbia y entender que quienes a veces criticaba su absoluta distinta forma de vida, son los verdaderos genios que desde hace un tiempo me están enseñando lo fácil que es ser feliz sin tener como prioridad ser el mejor en nada.
Que la verdadera inteligencia está en aquel que sabe ser feliz.
Hace poco enumeraba ensimismada los momentos claves de mi vida en los que he sido feliz y en los que he sido infeliz. Y luego de medir y sopesar mi historia personal, llegué a la dura pero firme conclusión de que soy una EXPERTA EN MALAS DECISIONES.
Podría nombrar algunas.
-Jamás tuve parejas fáciles en mi adolescencia ni en mi juventud. Excepto algunos, la mayoría me hicieron sufrir demasiado debido a la mala decisión de ponerles el ojo encima.
-Nunca supe con claridad qué quería ser de adulta, pasé por hacerme de la idea de distintas carreras, hasta que seguí periodismo, y nunca me hizo tan feliz esa elección.
-Trabajé como maestra y fui muy feliz, pero me casé y tuve que dejar mi trabajo porque me mudé de ciudad.
-Seguí la carrera de Contador Público-Administrador de Empresas, aprobé 12 materias pero dejé para poder criar bien a mis hijas.
-Contraté varios arquitectos y "constructores" para arreglar mi casa y jamás quedó bien ni está terminada.
-Compré muebles incómodos poco combinables que aún padezco.
-Envié a mis hijas a un costoso y exigente colegio bilingüe para que salieran desde pequeña hablando otra lengua que les abriera las puertas el día de mañana. Resulta que fueron demasiado infelices allí.
-Tuve un par de trabajos fuera de mi casa, pero huí con dolor porque no fui capaz de aclarar mis molestias.
-Y como si fuera poco!!!.... Cuando subo a un colectivo repleto, siempre que me corro de lugar se vacía el asiento donde yo estaba parada!!!
Siempre fui y aún soy la típica indecisa, que cuando se decide casi siempre elige la peor posibilidad.
Tendré que tragarme tanta soberbia y entender que quienes a veces criticaba su absoluta distinta forma de vida, son los verdaderos genios que desde hace un tiempo me están enseñando lo fácil que es ser feliz sin tener como prioridad ser el mejor en nada.
Que la verdadera inteligencia está en aquel que sabe ser feliz.
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